lunes, 21 de enero de 2013

Los perros para los niños son buenos amigos

Existen numerosos estudios que demuestran que los perros pueden constituirse en verdaderos pilares de la educación de los chicos, de su desarrollo socio-emocional en forma general y de su autoestima en particular. Ellos pueden enseñarles a:

Valorar la vida: En la sociedad moderna, los niños viven alejados de la naturaleza y cada vez más cerca de objetos artificiales inanimados, con los cuales no pueden establecer una relación recíproca y que, por lo tanto, no necesitan respetar. Por el contrario, la convivencia con un ser vivo no humano, como por ejemplo un perro, facilita el aprendizaje de los chicos en la comprensión tanto de los sentimientos de otros seres vivos como de sus necesidades, lo cual redundará en una mejor comprensión de sus propias emociones y necesidades así como de las de sus semejantes. La consecuencia es un adecuado desarrollo socioemocional de los chicos.

Ser responsables: Si los padres comparten junto a sus hijos el cuidado del perro de la familia, seguramente los más pequeños de la casa aprenderán a una edad temprana a cuidar y alimentar un animal que depende de ellos. Por ejemplo, no se le puede dar a un niño de cinco años la responsabilidad del baño de un perro, pero sí la de darle agua en forma cotidiana. De esta manera el niño no sólo empezará a asumir responsabilidades desde pequeño, sino que llevar a cabo tareas acordes para su edad.

Respetar al prójimo: En muchos propietarios de perros está firmemente arraigada la creencia que estos animales de compañía nunca agredirán a sus hijos. Sin embargo, esto no es una verdad absoluta. Si bien los perros suelen ser muy tolerantes con los pequeños que se han criado con ellos, su paciencia tiene un límite. Si un chico tira de la cola y de las orejas de su perro o lo pellizca, es probable que en algún momento el animal se muestre molesto.Algunos perros en esta situación sólo se alejarán del niño, mientras que otros reaccionarán agresivamente.

Esta última actitud, que seguramente sorprenderá y causará desilusión a muchos propietarios, les enseñará al niño y a sus padres que la convivencia en armonía se basa en el respeto mutuo. Por tal motivo será necesario que los padres les enseñen a sus hijos la importancia del respeto por otro ser vivo, ya que caso contrario será probable que el perro, en algún momento de la convivencia, se encargue de hacerlo por sus propios medios.

El perro como apoyo incondicional: Los animales suelen ser un gran apoyo emocional, diferente de aquél brindado por los humanos. Un perro puede hacer sentir a un niño que es aceptado incondicionalmente ya que no lo juzgará ni criticará. Según algunos psicólogos los perros pueden brindar un afecto duradero, de gran importancia para un desarrollo psicológico saludable.

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